El presupuesto del Ayuntamiento de Móstoles para 2019 crece un 5,15% hasta los 188,4 millones de euros

El presupuesto del Ayuntamiento de Móstoles para 2019 crece un 5,15% hasta los 188,4 millones de euros, priorizando las necesidades de las familias con más dificultades económicas, colectivos que necesitan mayor apoyo institucional y garantizando la calidad en la prestación de los servicios públicos.
El proyecto de presupuestos fue presentado por la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, el segundo teniente de alcaldesa, Gabriel Ortega, y el concejal de Hacienda, Javier Gómez, e incide en la importancia del esfuerzo inversor, casi 15 millones de euros financiados con recursos ordinarios, que se dedicarán este próximo año a la recuperación de las calles y espacios públicos, pero más aún en el gasto en las personas, especialmente en las que más necesitan.
De este modo, el presupuesto consolida el cambio en las políticas de gasto iniciado en 2016 por el actual Gobierno, garantizando y ampliando los recursos para el desarrollo del Plan de Lucha contra la pobreza y la exclusión social y el Pacto por el empleo impulsados por el equipo de gobierno, poniendo en el primer plano de su objetivo a los colectivos con menos recursos y los desempleados.
Un presupuesto expansivo ya que será el primero después de haber cumplido y superado el Plan Económico Financiero que fue necesario aprobar en 2017 debido al desequilibrio de las cuentas heredado del Partido Popular, con una enorme deuda oculta, como era no haber reconocido ni pagado más de 45 millones de euros de deuda por expropiaciones realizadas hace más de 16 años.
Después de haber encauzado esta situación y de haber realizado un enorme esfuerzo de reducción de deuda durante este mandato, lo que implica destinar menos recursos a amortizarla, es posible afrontar «de manera expansiva» los gastos de personal, compras de bienes y servicios, transferencias e inversiones, que crecen mientras bajan los capítulos de gastos para pago de intereses y pasivos financieros.
Así, el presupuesto se enfoca a 30 objetivos prioritarios de cara a 2019 entre los que destacan, además de los Planes contra la pobreza y por el empleo, el Pacto Institucional de lucha contra la violencia de género y los programas de igualdad, la atención específica a jóvenes y mayores, el apoyo a las familias con menores ingresos, así como las subvenciones a los colectivos sociosanitarios, vecinales, culturales y deportivos, comerciantes y la mejora de la calidad educativa, además de la contención del gasto considerado superfluo, como los que atañen a la publicidad y propaganda o la prestación de servicios que pueden ser realizados directamente por trabajadores públicos.
Algunos otros de los objetivos citados son el impulso de nuevas medidas que potencien el transporte público y privado no contaminante, ampliación de la oferta de alternativas de tiempo libre saludable y formativo, o la continuación de la remodelación, renovación y mantenimiento de las zonas verdes.
El traslado a las cifras de algunos de estos objetivos se resume en mantener el crecimiento del presupuesto destinado a las subvenciones a las asociaciones sociosanitarias, un 10% más, puesto que ellas llevan a cabo «una encomiable labor con los afectados y familias en aspectos a los que no llegan las administraciones públicas». Un 27% más de presupuesto para las políticas de juventud, que lleva un crecimiento presupuestario sostenido a lo largo de toda la legislatura, como otros programas prioritarios como el de Igualdad o el de lucha contra la violencia de género.
Destaca el esfuerzo inversor en la reforma y adaptación de los colegios, donde se contempla un presupuesto de 4 millones de euros, de los que el Ayuntamiento aporta cerca de 1,5 millones, incluyendo las obras que no han podido llevarse a cabo este año por incumplimiento de contrato por parte de la empresa adjudicataria.
La financiación de estas nuevas políticas se logra gracias a una fiscalidad basada en la progresividad y la equidad, que pretende frenar la concentración de riqueza en pocas manos y entendiendo que no hay que gastar según se recauda, sino recaudar pensando en satisfacer las necesidades y los derechos de la ciudadanía, motivo por el que en 2016 se eliminó la tasa de basuras.
Se trata, en definitiva, de un «presupuesto ilusionante» que demuestra que «otra forma de gobernar es posible» y que mantiene congelados impuestos, de modo que el incremento previsto de los ingresos se debe únicamente a la mejora de la recaudación y un ligero crecimiento en la participación de lo que se recibe de los tributos del Estado.
Facebook Comments