“Jardinillos de Navidad y Año Nuevo” pieza del mes de la Fundación Zenobia-J. Ramón Jiménez

Desde el pasado miércoles se puede admirar en la casa-museo Zenobia-Juan Ramón de Moguer la pieza del mes dedicada a la serie “Jardinillos de Navidad y Año Nuevo” una de las colecciones editoriales más cuidadas de cuantas diseñó el Nobel moguereño de la que se cumple estos días el centenario de su aparición.

Este proyecto fue una iniciativa conjunta de Juan Ramón Jiménez y del profesor y pedagogo Alberto Jiménez Fraud cuyo objetivo era la recopilación, selección y edición de breves antologías poéticas de grandes autores preparadas con enorme gusto y singular esmero, que pudiesen servir como regalo para las fiestas navideñas, de ahí que en sus hojas de guardas tuviesen impreso “ De ….. A” para que fuesen dedicadas a sus destinatarios.

Con preciosas cubiertas del ilustrador Fernando Marco, esta entrañable colección “Jardinillos de Navidad y Año Nuevo” estaba integrada por cinco antologías. La primera llevaba por título “Canciones” e incluía poemas de Diego Furtado de Mendoza, Gil Vicente, Santa Teresa de Jesús, Góngora, Lope de Vega, Quevedo, Bécquer, Rosalía de Castro, Rubén Darío y un poema en catalán de Joan Maragall, teniendo además varias anotaciones del propio Juan Ramón.

La segunda antología se tituló “Sonetos” y la formaban poemas con esta popular métrica del Marqués de Santillana, Garcilaso, Gutierre de Cetina, Fray Luís de León, Herrera, Cervantes, Góngora, Lope, Quevedo, Calderón, sor Juana Inés de la Cruz y Espronceda.

La tercera entrega de la colección titulada “Tagore” era una recopilación de poemas en prosa del premio Nobel de Calcuta traducidos por Zenobia Camprubí, que como se deja claro en las primeras páginas del ejemplar era “el único traductor autorizado por R. Tagore para publicar sus obras en español”. El ejemplar incluida textos de las obras El Jardinero, Pájaros Perdidos, La Luna Nueva y La Cosecha.

El cuarto libro se tituló “San Isidro” y estaba compuesto por una selección de poemas de la obra El Isidro de Lope de Vega en la que el genial poeta y dramaturgo contaba la historia de Isidro, labrador madrileño, como apoyo al proceso de canonización del que luego sería designado patrón de los agricultores.

La colección se cierra con el volumen “Villancicos”, en el que se incluye una selección de textos del poeta y músico Juan del Encina, así como de Lope de Vega, Góngora y Santa Teresa, además de un villancico popular, algunos de ellos con su notación musical. De este tipo de composiciones decía Juan Ramón: “Lo cotidiano de la literatura española, realista siempre, encuentra en el villancico sus alas para ir con vuelo bajo a Belén, a adorar a un Dios que ha bajado a la tierra. Estos airecillos, letra y tono, que saltan y ríen como corazones de niños. En la literatura, Belén es España”.