Mantovani: “Me tira saber de dónde vine; cada día en Primera es especial”

Martín Mantovani (San Miguel, Argentina, 1984) toca con los dedos la felicidad. Esperando su tercer hijo, es capitán del mejor Leganés de la historia, que ha sido capaz de ganar al Athletic de Bilbao, empatarle al Atlético de Madrid y en estos momentos estar tranquilamente instalado en la mitad de la tabla de Primera División. Este sábado recibirán en el estadio de Butarque al líder, el FC Barcelona, que vendrá con Messi a la cabeza. Charlamos con el central del Lega al pie del campo donde en pocas horas jugarán varios de los mejores jugadores del mundo. Mantovani, vecino de la cercana Villaviciosa desde que Olga, su mujer, lo “trajera” a vivir ahí, transmite agradecimiento en la mirada, por la oportunidad que la vida le está dando. Porque llegar hasta aquí no le ha resultado fácil.

Pregunta: Terminar un entrenamiento y ver que en la clasificación de Primera División el Leganés va noveno -han llegado a ser quintos y en la segunda incluso durante unas horas líderes- debe ser una sensación totalmente maravillosa…

Respuesta: Sí, totalmente. Hoy en día estar donde estamos es algo muy bueno. También refleja el trabajo diario que se hace en el equipo, en el club. Es algo muy positivo que te ayuda a arrancar la siguiente semana.

El año pasado el equipo también empezó bien, pero luego bajó el listón y sufrió para salvarse. Esta temporada el Lega parece más asentado ¿lo de la experiencia en Primera es un grado o es una mejora en el nivel de la plantilla?

Un poco de las dos cosas. El año pasado fue para nosotros fue muy diferente. Ir a jugar al Bernabéu o al Camp Nou…

¿Impresionaba un poco?

Sí, lo normal. Éramos nuevos en la categoría y no estábamos acostumbrados a jugar contra ese tipo de rivales. La primera temporada fue de asombro; todo te parecía increíble. Teníamos una ilusión terrible, algo fuera de lo normal. Pero luego va pasando el tiempo y te das cuenta de que ésta es tu categoría. Yo creo que este año se ha dado un pasito de calidad en la plantilla también. Nos sentimos más asentados y nos reforzamos desde un primer momento: desde la segunda semana de pretemporada ya éramos 22 jugadores; el año pasado, faltando una semana para empezar, éramos 17 jugadores. La diferencia está ahí. Y también se ha arrancado de la mejor forma, eso te hace sentir seguro y se nota en la cancha. Dentro del campo el equipo se está gustando.

Martín-Mantovani-CD-LeganésHablábamos de la renovación de la plantilla pero los que han estado desde un primer momento son usted y Garitano, que llegaron al Lega en 2013 prácticamente de la mano ¿Qué le pide el míster a su capitán?

Estar encima de los compañeros, ser un poquito más cercano, pasar la información que transmite dentro del campo al vestuario y sobre todo dar el mensaje de lo que es Leganés. El Leganés es un club humilde, un club trabajador y, a partir de eso, inculcárselo a los nuevos compañeros.

Hasta ahora, siempre había sido un fijo para Garitano. Sin embargo, tras su lesión, parece que se ha asentado la pareja Siovas-Mauro Dos Santos ¿Su sensación es agridulce por el gran momento del Lega pero no poder vivirlo desde el campo?

No sé si agridulce. Está claro que yo quiero jugar. Yo y cualquiera. Somos 25 en el vestuario y es complicado entrar a jugar, más con el comienzo que estamos teniendo. Yo me siento capacitado y con ganas, pero hay que esperar el momento. Lo mejor que puedo hacer es seguir entrenando duro y esperar que la oportunidad me llegue, pero disfrutar sí que lo tengo que disfrutar porque estas cosas no suelen pasar a menudo y más desde donde vengo yo, de Segunda B. Estar en Primera, en la posición que estamos lo disfruto igual. Diferente, pero por supuesto que lo disfruto.

Y es que la llegada a la élite no ha sido un camino de rosas para Martín Mantovani. Desde San Miguel y Banfield en Mar del Plata a Leganés ha habido muchas etapas. Con 20 años pensó en retirarse porque cobraba unos 200 euros y no había podido dar el salto en Europa…

Estaba viviendo con mis padres, en Argentina. Después de ese último torneo que jugué tuve una charla con mis padres en el que me dijeron: “bueno, yo creo que es el momento de decidir si te sale algo referido al fútbol seguís y sino te tendrás que dedicar a estudiar y a trabajar y tener el fútbol como hobby”. Dos semanas después afortunadamente me llamaron para decir que venía a Europa y a la siguiente que venía al Atlético de Madrid, a través de Juan Esnaider (nota de redacción: Esnaider fue un delantero que jugó en el Real Madrid, Atlético de Madrid o Zaragoza). Y ahí en realidad empezó mi carrera, porque estuve a punto de dejarlo.

Después probó en el Villarreal, pero lo que más me ha llamado la atención fue lo que pasó en Italia con los trámites de su doble nacionalidad ¿Nos lo puede contar?

(Ríe). Tras probar en el Villarreal, volví al Atlético de Madrid C y me dijeron que tenía que hacer la doble ciudadanía para poder jugar. Los papeles los hice en Italia, por lo que viajé a Bolonia. El avión de vuelta me salía a las 6:30 de la mañana y como yo no quería andar corriendo, pasé la noche en el aeropuerto. Cuando fui a tomar el último autobús de la noche, a las 12, no pasó porque había huelga general de transportes en Italia. No pasaba nada, ni una abeja.

Así que empecé a caminar por el centro de Bolonia y llegué a una estación de tren y decidí pasar allí la noche, al menos unas horas. Me metí en un sitio iluminado, en el que en ese momento no había nadie, y me quedé dormido. Cuando me desperté había un montón de gritos, gente discutiendo…estaba en medio de un montón de vagabundos. Se veía que ése era su sitio. Así que me tapé con un cartón. Estaba cagado. Fue un rato angustioso pero ya luego pude salir y tomar el avión para España.

En realidad fue todo corriendo, porque me llamaron el 30 de enero, que es cuando viajé a Italia e hice todo lo relacionado con el papeleo. El 31, que era cuando terminaba el plazo de inscripción, volví a España y por la tarde, sobre las 7, terminé firmando el contrato.

Las “malas experiencias” en el extranjero no se quedaron digamos ahí ¿Qué sucedió en Rumanía y en Francia?

En Rumanía estuve un mes a prueba. La primera semana me hicieron un contrato para dos años. A la tercera o cuarta semana el equipo juega el primer partido de liga y lo pierde. Había tres españoles y yo, y nos echaron la culpa de esa derrota, porque no nos había llegado el transfer y no habíamos podido jugar. Nos dijeron que no había dinero y yo qué sé. Todo lo que nos habían contado había cambiado. De repente teníamos que cambiar el contrato y uno de los españoles y yo dijimos que no. El manager del equipo y un “amigo” suyo, un negro que medía como tres metros y no pasaba por la puerta, nos empezaron a increpar, que nos iban a mandar a otro lugar y no iba a ser todo lo lindo que nos habían contado, a vivir a un lugar de chabolas. Yo entonces rompí el contrato.

Y sobre lo otro, estando en el Oviedo, tuve una mala experiencia con un representante, una persona en la que yo tenía bastante confianza. Me dijo que tenía una oferta de un equipo francés, que en realidad era ficticia. Él estuvo seis meses llevando esa supuesta negociación. Yo empecé la pretemporada con el Oviedo y a la semana él se tenía que juntar con los dos bandos. La cuestión es que nadie se presentó. Cuando se supo la verdad, el Oviedo pensó que yo lo había hecho para aprovecharme. El principal perjudicado fui yo. En el Oviedo me había sentido muy a gusto, había vivido una temporada espectacular y no tenía ni pies ni cabeza que yo hiciese eso. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga: de la mano del Leganés pasé de jugar de 2º B a Primera División.

¿El Lega le dio la estabilidad que tanto buscaba desde pequeño?

No tanto la estabilidad, sino la posibilidad de cumplir un sueño, jugar este tipo de partidos contra el Madrid o el Barça y tener al lado a Cristiano Ronaldo o a Messi para mí es una locura. Es lo primero que pensás cuando sós chico y por medio de este club, que me lo dio todo, lo pude conseguir.

Y después llegaron dos ascensos en tres temporadas, una gesta alcanzable por muy pocos clubes ¿En 2013 imaginó que tres años después estaría en Primera?

¡Por supuesto que no! Desde el primer momento me dieron en el club calidad humana, que es lo que yo necesitaba entonces. Sabía que llegaba a una gran institución pero no con la aspiración de llegar a Primera. Su meta era Segunda, hacer un equipo competitivo. Lo que se consigue es totalmente increíble, y por eso son dos ascensos totalmente diferentes: el primero es necesario y el segundo es el de cumplir un sueño, tanto personal como colectivo.

¿Cada día en Primera en especial?

Totalmente. A mí me tira saber de dónde vine, de que todo lo que conseguí me costó muchísimo y todo lo que tengo hoy en día no lo voy a desperdiciar. Intento disfrutarlo día a día, cada vez que salgo al campo y, si no lo hago, de los entrenamientos y de estar donde estoy.

Mantovani-CD-Leganes

En febrero, si no estoy equivocado, nacerá su tercer hijo ¿El niño vendrá con la salvación bajo el brazo o habrá que esperar un poco más?

Uf, si tenemos la salvación conseguida en febrero sería muy muy positivo. Ojalá que así sea.

¿Se podría aspirar a algo más entonces?

Yo creo que sí. Si logramos la salvación en febrero…estarías haciendo unos números muy importantes de cara al futuro y por supuesto podrías aspirar a más.

A pesar de la rivalidad Getafe-Leganés, ¿el Eurogeta de hace unos años podría ser un espejo?

No. Yo creo que el espejo del Leganés es más el Eibar, un equipo competitivo que ha ido poquito a poco trabajando desde la humildad y el trabajo. Ése es el camino. Pero por supuesto tener al Getafe en Primera División demuestra mucho. Dos equipos que son de pueblos vecinos, no grandes de lo que es Madrid, y eso apoya mucho la filosofía de trabajo. Es muy positivo que los dos equipos estén en Primera.

Para terminar, vamos con un pequeño cuestionario para responder “cortito y al pie”.

– Rival al que más le ha costado marcar: Isco.

– Compañero con más calidad con el que ha jugado: El Messi de Marruecos, Nabil El Zhar.

– ¿Sueña todavía Mantovani con debutar con la selección argentina? Sí, por supuesto.

– Su mejor amigo en el vestuario: Szymanowski y Champagne.

– Estilo de música favorito: Rock ¿Grupo? Los Piojos.

– ¿Más de películas o de series? La última que ha visto/que está viendo. De películas. “Campanilla” y no sé qué (risa). Una infantil me tocó.

– ¿Le parece bien que un futbolista se posicione políticamente? Si a mí me gustase la política y fuese una persona que la llevase más en la cabeza, sí me gustaría.

– Si le digo entonces Mauricio Macri y Mariano Rajoy, usted dice…Leganés (risas).

– ¿Cuál va a ser la vida de Martín Mantovani cuando se retire? Intentaré ser entrenador de fútbol.

Texto y fotos: Álvaro Díaz